Sin importar nuestra edad o lugar de residencia, el cuidado de nuestra piel es fundamental para contar con una buena salud. Ya que, la piel es el órgano más grande y es un reflejo del interior de nuestro cuerpo.
Además, la piel es el sistema encargado de limpiar el organismo, junto con el hígado, riñones, pulmones y los intestinos.
Para que nuestra piel luzca radiante y saludable debemos evitar técnicas culinarias poco saludables, y eliminar de nuestra dieta alimentos que nos roban las vitaminas y minerales que son indispensables para la renovación celular, estos alimentos son los lácteos, harinas y azucares refinados, grasas transformadas o alimentos procesados.
Aunque la genética juega un papel muy importante en el envejecimiento de nuestra piel, nosotros podemos ayudarnos con la utilización de cremas humectantes, bloqueadores solares y una alimentación rica en los siguientes alimentos, ya que contienen nutrientes esenciales que benefician la piel y la protegen.
Cítricos:
Pomelo, limón, naranja, mandarina, lima… muy ricos en vitamina C, considerada un potente antioxidante que interviene en la formación de colágeno, una proteína necesaria para que la piel conserve su firmeza y elasticidad. También conseguirás un buen aporte de vitamina C comiendo verduras como los pimientos o la col, y frutas como los kiwis.
Zanahoria:
Son una fuente de betacaroteno, un precursor de la vitamina A que contribuye a reducir la flacidez y las arrugas. Se recomienda su consumo antes de exponerse al sol para conseguir un bronceado más uniforme y duradero, y porque tienen propiedades fotoprotectoras, lo que no significa que comer muchas zanahorias pueda sustituir en ningún caso al empleo de cremas de protección solar.
Tomate:
Se trata del alimento con una mayor concentración de licopeno, sobre todo en el caso de los tomates maduros. El licopeno protege a las células frente a los daños derivados de la acción de los radicales libres, y se considera que también ejerce una acción preventiva contra el desarrollo de ciertas patologías, como el cáncer de próstata y las enfermedades cardiovasculares.
Frutos rojos:
Fresas, frambuesas, moras, arándanos. Los frutos rojos contienen vitamina C y flavonoides, lo que les confiere propiedades antioxidantes, que evitan la destrucción celular y el envejecimiento prematuro.
Aceite de oliva y verduras de hoja verde
Tanto el aceite de oliva como las acelgas, espinacas, entre otras, gracias a su contenido en vitamina E protegen a las células frente al estrés oxidativo.
Frutos secos:
Nueces, pistachos, almendras, avellanas… También contienen vitamina E y reducen la oxidación celular. Las nueces, además, son ricas en cobre, que actúa como antiinflamatorio.
Carne y huevos:
Te aportarán proteínas –que frenan la pérdida del tono muscular y el descolgamiento de la piel del rostro–, vitamina B6, y selenio, que evita que la piel envejezca prematuramente y previene algunas de las alteraciones más comunes, como manchas o falta de elasticidad.